«Nunca lo he pasado mejor escribiendo. De mis novelas, esta es la más autobiográfica, pero no por eso la más personal. Con Tinta roja intenté camuflarme, reinventarme, atajarme, alejarme, y fue un agrado», escribe el autor en el epílogo a la reedición de esta electrizante novela, que explora desde ángulos no habituales los conflictos del aprendizaje periodístico, el trabajo, la amistad y la relación padre e hijo.
Alfonso, un joven periodista en práctica del diario El Clamor, narra vertiginosamente una serie de hechos de sangre ocurridos en el Santiago de los años 80. Gran parte de la novela transcurre arriba de la camioneta amarilla en que Alfonso y sus compañeros reportean crímenes, suicidios y accidentes mientras conversan, discuten, bromean e intentan leer una realidad intensa, sofocante, para ellos densa y ligera a la vez.